domingo, diciembre 21, 2008

¿Quién Tiene la Culpa de la Recesión Mundial?.


La mayoría de nosotros hemos llegado a la conclusión de que estamos en una crisis mundial económica. ¿Pero a quién le atribuimos la culpa?
Los casos son innumerables, todos los días nos encontramos con noticias sobre familias que pierden sus hogares, compañías que despiden a cientos de miles de trabajadores, tasas de interés por las nubes, inversionistas perdiendo absolutamente todos sus ahorros. La recesión que empezó en los Estados Unidos ha repercutido en todo el mundo y parece que nos nublará la vista dos años más. ¿Pero es culpable éste mismo país y sus constituyentes? O hubo fuerzas externas económicas que influyeron en la desgracia de este gran poder y por ende del mundo?
Bush y los Republicanos
La cara atolondrada de George W. Bush no es suficiente prueba de que él tuvo la culpa de la desgracia económica que sufre el país, pero sí es un indicador de que el mandatario no sabía y no sabe lo que pasó. No hace muchos meses Bush tuvo la audacia de decir que la economía estaba bajo control y que no había por qué preocuparse, siempre parece el último en enterarse de que es lo que pasa a su alrededor. En toda su carrera como presidente ha contado las maravillas que supuestamente ha hecho por los Estados Unidos, desde los millones de trabajos creados, que en realidad no llegan a los porcentajes normales de crecimiento en contraste a la población, o el crecimiento de la economía en general.
Pero se le olvidó decir que la deuda externa bajo su gobierno creció miles de millones de dólares, dejando atrás el gobierno de Bill Clinton que no había dejado deuda externa bajo su cargo. Claro, todo esto sin contar todos los millones de dólares que se han gastado en una Guerra en Iraq inútil y los millones que han pagado las corporaciones para que él y su gabinete los ayuden a seguir pagando salarios descomunales a sus ejecutivos. Pero al final de todo, al títere le hace falta el ventrílocuo para moverse.
Consumismo
El consumismo ha llegado a tal grado en el mundo que muchos nos vemos en la necesidad de adquirir cosas innecesarias. Ropa, artículos electrónicos, carros, casas y viajes nos alejan del ahorro para el mañana. Hemos aprendido a guiarnos por un sentido de gratificación inmediata y ya muy pocos son los que dicen que debemos ser más responsables con nuestras finanzas. Gracias a la publicidad y la falta de control y educación, nos hemos vuelto materialistas de corazón. Claro que de país en país el nivel de consumismo cambia, pero definitivamente está mucho más elevado que hace unas cuantas décadas.
Gracias a los préstamos y a el mal uso del crédito, hemos adquirido infinidad de deudas que se nos van en pagar años y todo por tener el teléfono más reciente de Samsung y los zapatos de piel; hemos creado infinidad de parches en nuestras propias economías que se están empezando a despegar.
Petróleo
¿Dónde quedaron los carros económicos y las bicicletas? En el pasado. Estamos tan ligados al petróleo como a la suegra que nunca se va. Las industrias petroleras han monopolizado nuestras vidas mientras las grandes compañías de automóviles como la GM y Ford se rehúsan a cambiar de estrategias para usar mejores tecnologías en sus productos, para hacerlos menos consumidores de gasolina y conservar el medio ambiente. Estas agencias se cerraron completamente a la posibilidad de cambiar y competir con países que tenían mejores tecnologías y ciegamente siguieron con su producción de carros masivos, hasta que terminaron embarcados en miles de millones de dólares y tuvieron que cerrar sus plantas que a la vez dejaron miles de trabajadores desempleados.
Finanzas
No hay que dejar de mencionar los controles financieros en los Estados Unidos que desaparecieron entre 2002 y el 2008 de los cuáles los prestamistas, deudores e inversionistas se olvidaron. Millones de personas pensaron que se podían hacer ricos de la noche a la mañana olvidándose de que la vida financiera tiene sus altas y bajas y requiere de mucho tiempo, dinero y esfuerzo.
Las compañías hipotecarias empezaron a dar préstamos a todo aquél que los pedía, especialmente a personas de alto riesgo. Por esos mismos tiempos Alan Greenspan, presidente de la FED (el banco central de reserva de los EU), bajó las tasas de interés muy rápido luego del colapso de los mercados y el crédito se abarató para desgracia de toda la población de consumidores sin control.
En otros países como Brasil y México los intereses están al revés. Los altos porcentajes que se cobran por usar tarjetas de crédito o para comprar propiedades son extremos y tampoco ayudan a la mayoría de la población a salir adelante. La falta de regularización de los bancos permite que se abuse de la población. Millones de personas tienen sus tarjetas de crédito vencidas por falta de pago. ¿Pero cómo es posible pagar esas tarjetas si cobran arriba del 70% de interés?
Demanda de productos por China y otros países emergentes
También se dice que la gran causa de la inestabilidad de la economía mundial queda en China, que abriendo sus puertas al mundo, ha hecho que el precio de los productos que antes costaban muy poco, se elevaran desmesuradamente debido a la alta demanda de estos. Pero no nada más se trata de China, sino de otros países emergentes que se han visto en la necesidad de crear infraestructuras, sociedades y economías nuevas y por esto las compañías que ya tenían sus mercados saturados en sus propios países se han regocijado de la existencia de mercados nuevos hambrientos de sus productos. El precio elevado de todos estos productos desniveló las economías más sólidas.
Muchas compañías cerraron sus plantas locales y decidieron mudarse a estos países para ahorrarse el 75% de los salarios y mantener a la competencia lejos, pero desafortunadamente esto causó el desplazo de miles de empleados. Irónicamente, ahora que la recesión está llegando a todo el mundo, China se encuentra en una situación similar y todos los campesinos que trabajaban en estas plantas se han tenido que regresar a sus tierras a empezar de nuevo.
¿Entonces de quién es la culpa?
La verdad es que hay un sin fin de razones y parece que todas tienen algo que ver. Por mi parte creo que se debe al mal uso del poder en todos los sentidos y en todos los sectores. Todos tenemos algo de culpa, unos más que otros claro, pero al final todos tenemos algo que ver.
No trato de encontrar a un solo culpable, pues es imposible, pero trato de encontrar la razón de las fallas de los sistemas sociales, económicos y gubernamentales que aunque parezcan unidades aisladas, son todas parte de un mundo más unido de lo que nos percatamos . De esta manera podremos encontrar la solución o soluciones que nos ayudarán a vivir mejor y en armonía. Aunque estamos lejos de ello, no hace daño empezar a crear el pensamiento correcto entre todos los seres humanos y evolucionar en conciencia hacia un nuevo renacimiento.Denisse Villalobos Olivas.
Licenciada en Administración de Empresas con Maestría en Mercadotecnia. Coordinadora del Programa de Medios de Comunicación en Español en la Universidad del Norte de Texas.

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